Tenía una cuenta pendiente con mi querido Bar Mavi. No será por la cantidad de buenos variados y Gin Tónics que he disfrutado en el local, amén de los habanos que han caído alguna vez en su terraza. El 14 de julio de 1955 abría sus puertas un lugar que hoy, 59 años más tarde, sigue haciendo las delicias de la gente que disfruta con la comida mallorquina casera en un lugar sencillo. Podríamos decir que el Mavi es un Bar de toda la vida y viendo su historia no es de extrañar que sea de los bares-restaurante que ha mantenido la clientela desde sus inicios pasando esta crisis atroz que tanto daño ha hecho al sector de la restauración. Cuando Biel y Maria abrieron sus puertas servían cafés, algún zumo incluso ensaimadas. Se nutrían de trabajadores de s'escorxador, trabajadores de primer turno y de los tranvías. Los años pasaron, se abrió el polígono de Asima muchos negocios de la zona se trasladaron a las afueras de la ciudad. Cuando su hijo Jordi se casó con María, la hija del dueño del Colmado que por entonces se situaba al lado del Hostal Colón, la visión del negocio dio un giro arriesgado pero innovador en el barrio, el Mavi pasaba a ser un restaurante. Menú variado abundante y con bebida a un precio asequible. Así empezaron llegar clientes asiduos como los empleados de "Estructuras Adrover" o el Alcalde de Petra.
Los fines de semana ofrecían tapas y raciones: Riñoncitos, rebozados, croquetas, pica-pica y ensaladilla. Creédme si os digo que todos esos ingredientes mezclados en un plato pueden levantar sensaciones extraordinarias en vuestros paladares. Aquí en Mallorca conocemos este plato como un "variat". He vivido auténticos momentos epicure sentado en la terraza del Mavi, viendo pasar a la gente, mezclando la ensaladilla con la salsa del pica-pica y acompañando con un trocito de pan crujiente. Cerveza bien fría y un servicio diez...¿Qué más se puede pedir? Pues la verdad es que ayuda mucho que Biel Llabrés, tercera generación y actual propietario, sea un auténtico experto en ginebras. Cerca de diez ginebras premium así como una interesante selección de tónicas se esconden tras una barra que muestra las delicias que forman el plato del "variat".
La clave de un buen variado es que todo gire entorno a un elemento vertebrador. En esta ocasión este papel los desempeña a la perfección la ensaladilla que, bien dispuesta en el centro del plato, liga perfectamente y hace frontera con las diferentes salsas que suelen ser del pica-pica de sepia, de los callos y de los riñoncitos. La combinación de todos estos con los rebozados no desentona nada. Podríamos hablar aquí de maridajes, una copa de tinto... pero que queréis que os diga, un buen variado se toma con una cerveza bien fría y quien dice una dice un par de ellas. En el Mavi tomarse un variado viene acompañado de postre. Habitualmente cada día suelen preparar postres caseros, flan, puding, fruta, pero si he de elegir uno, me quedo con el sorbete de almendra. Aunque dedicaré otro día a este tema, aparte del menú diario que van rotando con dos platos, postres y bebida, en el Mavi bordan el frito mallorquín y el frito de sepia. Todos los miércoles aquellos de vosotros que gustéis de estos platos podéis degustar un "frit de sipi" que es un auténtico espectáculo.
Bar Mavi
C/ 31 de dicimebre nº 29
http://barmavisl.wordpress.com
971 29 00 05
Menú: 10,90€
Menú Plato del día: 8,40€
Menú "Variat": 8,40€