Hace unos días en el Círculo Mallorquín tuvo lugar una cata de vinos de la mano de Daniel Arias, Sumiller de Isla Catavinos. Un total de trece personas tuvimos la oportunidad de degustar un elenco de vinos bastante interesante y de paso, aprender una serie de cosas en relación a la maduración del vino albariño y la historia de los vinos Dehesa la Granja, Proyecto Garnacha de España y Figuero.
En esta ocasión, el albariño que degustamos fue La Marimorena 2013. Desde luego este año de reposo en botella hizo que ganara enteros. Intentaremos seguir la recomendación en adelante. La Marimorena reúne todas las características de los Albariño de las Rías Baixas, una zona de constrastes climáticos, altitud y viento del Atlántico que le confiere una salinidad muy peculiar y un color de tonalidades minerales. Sus matices dorados y su limpieza dan paso a unos recuerdos en nariz a piña, manzana verde y pomelo, tan característicos de este tipo de vinos. Por ser un albariño no es excesivamente afrutado lo que hace que resulte poco goloso. Ideal para acompañar a productos de mar.
El primero de los tintos que probamos fue un Proyecto Garnacha de España 2011. Un vino monovarietal elaborado 100% con cepas centenarias de la variedad garnacha y con una graduación de 14,5º. La garnacha, un uva desdeñada durante años, destinada prácticamente a hacer solo vinos rosados ahora está permitiendo elaborar unos caldos extraordinarios como este, versátil y con mucho recorrido en botella (12-14 meses). Lo más impresionante de este vino son las aromas que confiere en nariz, vainilla, ciruela con aires a confitura y tabaco para explosionar en boca de manera contundente y donde lo que más impresiona es su final potente. Es un vino contundente ideal para guisos de carne contundentes.
Los dos siguientes tintos se alejaron bastante de este primero. El primero de ellos fue el que más me gustó de los tres, Dehesa la Granja 2005. Ya había tenido la oportunidad de probar este maravilloso vino D.O. Castilla y León (100% tinta fina) que con tanto cuidado y esmero, enmarcado en un proyecto de agricultura ecológica, ha sacado adelante el enólogo Alejandro Fernández que seguramente conoceréis por los vinos Tinto Pesquera y Condado de Haza. Un color con toques marrones de teja. Terroso y mucha vainilla en nariz hacen de este vino un caldo ideal para degustar con carnes rojas y caza. Un vino realmente extraordinario.
Para acabar, la estrella de la noche; Tinto Figuero 2009, Viñas viejas tempranillo (D.O. Ribera del Duero). Personalmente me gustó más Dehesa la Granja, tal vez porque las siglas que avalaban ya desde el inicio de la cata el Tinto Figuero eran las de Vega Sicilia (al tratarse de unos viñedos y un propietario que vienen de las bodegas que producen el aclamado vino) y creó grandes expectativas. Pese a todo es un vino redondo con un color granate intenso y una lágrima densa. Aroma intensa en donde sobresalen frutos secos, frutos del bosque y mucha madera. En boca resulta suave y tiene una larga persistencia que hace que sea un caldo ideal para maridar con carnes rojas, risotos, combina bien con queso de cabra y embutidos.
Para acabar, la estrella de la noche; Tinto Figuero 2009, Viñas viejas tempranillo (D.O. Ribera del Duero). Personalmente me gustó más Dehesa la Granja, tal vez porque las siglas que avalaban ya desde el inicio de la cata el Tinto Figuero eran las de Vega Sicilia (al tratarse de unos viñedos y un propietario que vienen de las bodegas que producen el aclamado vino) y creó grandes expectativas. Pese a todo es un vino redondo con un color granate intenso y una lágrima densa. Aroma intensa en donde sobresalen frutos secos, frutos del bosque y mucha madera. En boca resulta suave y tiene una larga persistencia que hace que sea un caldo ideal para maridar con carnes rojas, risotos, combina bien con queso de cabra y embutidos.