viernes, 30 de enero de 2015

O'Caldiño, el Madrid que no decepciona

Hace unos días tuve la oportunidad de visitar uno de los lugares que no deben faltar en la agenda de todo buen gastrónomo que guste de los lugares tradicionales de Madrid, en donde comer en barra o sentado en una mesa bien dispuesta es todo un arte. O'Caldiño, situado en la calle Lagasca 74 desde su fundación en 1973 tiene una de las cartas de cocina Gallega más completas de Madrid. En esta ocasión compartí barra y viandas con un gran amigo habitual en mis periplos epicúreos y gran observador de este blog, Javier (Motxo para los amigos). Antes de entrar a valorar las viandas que concienzudamente nos trabajamos esa noche, he de decir que el servicio fue un auténtico diez. Se nota que es un negocio familiar que se esmera por dar al cliente un trato exquisito. Un trato que solo se vio superado cuando nos sirvieron una ración de carabineros de a palmo, y lo del palmo no es una exageración...¡Caramba! ¿Será verdad al final eso de que a Madrid llega la mejor materia prima de los mares que rodean a nuestra piel de toro.
Sea de una manera o de otra la calidad del material es indiscutible, de la misma manera que no voy a discutir sobre el mejor caldiño gallego que he tomado en muchos años que, dicho sea de paso, sentó de lujo después de la caminata a dos grados de temperatura desde el hotel hasta el restaurante. Su nombre no dio lugar a dudas sobre el entrante caliente que tomamos; O'Caldiño!

Cuando te sirven un buen caldo gallego, con sus grelos, su berza y su fiambre, todo perfectamente cocido y con un gusto superior y luego te tomas unos carabineros en donde chupas las cabezas y tienes la sensación de estar tomándote otra taza de caldo, el listón es difícil de igualar. Las consecuencias las pagaron las pobres vieiras que elegimos como último plato antes del postre. El plato era correcto, siguiendo la receta original gallega, con cebolla y pan rallado. Demasiado acostumbrado a tomarlas gratinadas con bechamel fueron el plato que pasó más desapercibido. El corolario lo pusieron los postres. Pedimos un par de platos que nos recomendaron: Tarta de Santiago y unas filloas rellenas de crema pastelera que hicieron que se nos saltaran las lágrimas de gusto al tiempo que hicimos las delicias de los camareros que nos servían al ver cómo disfrutábamos. Sin duda, un lugar para volver en nuestro próximo periplo madrileño.

















Gran Taberna Bar O'Caldiño
C/Lagasca 74
Telf: 915 75 70 14
http://ocaldino.es/
Precio medio: 45-50€


miércoles, 14 de enero de 2015

2014 punto y seguido

Lo de estas navidades ha sido gordo. Bien es cierto que hace algo más de un año El Epicureo todavía no era una realidad. Por primera vez me he visto desbordado a la hora de poder escribir semanalmente en un perido como son las Navidades. Os aseguro que no ha sido por falta de manteles y comidas, de gratas experiencias y de experiencias mejorables. El último mes de 2014 hubiese podido llenar el blog a diario pero al final creo que es mejor dejarlo todo en un simple epíteto: 2014, un año Epicúreo. Gracias a todos por vuestra fidelidad, vuestros comentarios, por seguirme en Twitter y por animarme a que cada día siga construyendo este blog para la gente que, como yo, disfruta de los momentos que se crean entorno a un mantel, una buena compañía y una buena cocina. Atrás quedan viajes a La Rioja, la comida en Echaurren, en Santi Taura la deliciosa parrillada de pescado en Ca's Patró March, las cenas organizadas en el Círculo Mallorquín, las fantásticas pizzas de Ca s'Arquitecte el encuentro de periodistas y blogers gastronómicos en Fórmula Scwvaiger, mis arroces de verduras y Bacalao y el descubrimiento de los más hondos secretos de la cocina mallorquina de la mano de Pep Riera en Monnaber o de la Acadèmia de la cuina i el vi de Mallorca entre otros. 2014 también ha sido el año Behike, lo degusté por primera vez de la mano de Javier Chicote (¡Muchas gracias, Javier!) mi gran maestro iniciador en el mundo de los habanos. 

2015 no se quedará atrás, ya estoy preparando los nuevos temas y las nuevas visitas: Ca na Toneta, Micelis, Simply Fosh y el Bohio figuran en agenda así como una meditada y sopesada opinión sobre las bodegas Devinssi. No faltará tampoco una mención a los habanos de Hector Luis Prieto Díaz, hombre habano y artífice del mejor habano que he probado el último año y con el que inicié el 2015. Hablando de los inicios de 2015 tengo que hacer mención específica a la velada epicúrea con la que también he iniciado enero en casa de mi buen amigo Guillermo Dezcallar, esa fondue en la bodega de la familia solo se vio superada por los caldos que degustamos (Enorme Club cosecheros) y la compañía que fue inmejorable. Inmejorable también el tour gastronómico con nuestros amigos Javier y Carolina y mi pequeña Carlota. A destacar de esos días de visita, sin duda, la Bodeguilla de San Jaime que sigue sin fallar y la gran sorpresa de este inicio de año, Ca'n Ribes en el puerto de Sóller. Sobre todo ello llenaremos páginas del blog estos primeros meses. ¡Feliz 2015 a todos!