Hace unos días tuve la ocasión de pasar una jornada intensa por tierras madrileñas. Esta vez la compañía a la hora de comer superó con creces el menú que degustamos. Vaya por delante que esta afirmación no se debe a que la comida no fuera buena si no que la compañía en la mesa fue inmejorable (¡Muchas gracias, Alejandra!). El lugar escogido fue el VI COOL by Sergi Arola. Tras el éxito del primer Vi Cool que abrió el cocinero barcelonés en 2007 en Roses llegó la apertura del nuevo local en la calle Lagasca de Madrid en el año 2011. El mérito de sendos locales no es otro que el que ha convertido a Sergi Arola en un Pionero dentro de este concepto de restaurantes...
¿O deberíamos hablar de gastrobarra? Cada vez más se está asociando el concepto de gastrobarra a la cocina de mercado en donde puedes disfrutar de productos de temporada, sencillos y bien preparados en una barra informal dentro del propio entorno del mercado, tal como os explicaba hace unas semanas en relación a mi visita al Pinotxo bar de la Boquería. Pero el concepto original es el de cocina sencilla, de calidad, bien elaborada, en formato ración y a precio contenido, esto es Vi Cool y este es el mérito de Sergi Arola. Optamos por tomar el menú de tapas. En mi opinión todo un acierto, sobretodo cuando es la primera vez que visitas un local de estas características. El menú de tapas estaba formado por siete platos más un postre. He de decir que ninguno de los que estábamos sentados en la mesa éramos fans de los vinos ecológicos, que conforman en su totalidad la carta del local. Nada grave teniendo en cuenta que todos los platos encajaron perfectamente con unas buenas cañas de cerveza bien fría que nunca faltaron en la mesa, desde el primer plato al último, por lo que aprovecho para comentar que el servicio fue rápido y diligente en todo momento. La primera de las tapas del menú fue un carpaccio de Portobello en aceite de trufa blanca, piñones y parmesano. Una textura diez de la berenjena y un aroma de trufa nada fuerte que en ningún momento apagó el sabor de ninguno de los ingredientes del plato.
Otra de las tapas que sacaron junto con el carpaccio fueron unas croquetas caseras. Para mi el plato más "normal", elaboradas de manera no muy novedosa y con un emplatado mejorable. Eso sí, el sabor exquisito por lo que, teniendo en cuenta que el concepto es el de una tapa el conjunto fue más que correcto. El sabor de las croquetas contrastó de manera notable con otra de las tapas: Berenjena ahumada con carbón, piñones y balsámico. En esta ocasión el ahumado sí que llenaba toda la boca de sabor. Soy bastante fan de los ahumados pero entiendo que en el caso de este plato puede resultar demasiado potente. A mi particularmente me encantó el sabor a carbón del plato sobretodo en combinación con el pan de coca casero con tomate triturado de colgar.
A partir de aquí la sucesión de platos fue contínua y todos me parecieron exquisitos. Desde la ensalada de tomate y atún ahumado hasta las alitas de pollo al mojo picón. Desde luego, el orden de los platos fue perfecto y la combinación de platos ahumados con platos más suaves y frescos como la ensalada o el pan de coca casero está a altura de las expectativas que te genera un local que va asociado al nombre de Sergi Arola. Puestos a hacer una sugerencia, hubiese tomado en primer lugar la berenjena ahumada con carbón acompañada del pan de coca casero.
A partir de aquí la sucesión de platos fue contínua y todos me parecieron exquisitos. Desde la ensalada de tomate y atún ahumado hasta las alitas de pollo al mojo picón. Desde luego, el orden de los platos fue perfecto y la combinación de platos ahumados con platos más suaves y frescos como la ensalada o el pan de coca casero está a altura de las expectativas que te genera un local que va asociado al nombre de Sergi Arola. Puestos a hacer una sugerencia, hubiese tomado en primer lugar la berenjena ahumada con carbón acompañada del pan de coca casero.


Todavía estábamos comentando la suavidad y la textura de las sardinas cuando llegó otra tapa más. El nuevo plato siguió la linea de la sencillez del resto de tapas y no con menos originalidad: Albóndigas con chimichurri y fondue de queso de cabra. Me acuerdo perfectamente que lo primero que comenté es que esas albóndigas se podían comer perfectamente sin la fondue, haciendo referencia a lo jugosas que estaban y al sabor intenso de su carne. Sin duda, la salsa de queso de cabra aportaba un toque especial que hacía de esta tapa, un plato redondo. El emplatado y la presentación fueron bastante originales aunque el lecho de lechuga sobre el que reposaban las albóndigas era un poco caótico. Vamos, por poner un pero porque ya he comentado que el conjunto de esta tapa fue redondo.

La conclusión final es que es un sitio diez en relación calidad-precio y servicio. Salí del lugar con ganas de volver y de enseñárselo a más personas. Un menú de tapas que deja saciado y completo, en un local agradable moderno y vanguardista con materia prima de calidad por 20€ más bebida... ¡No se puede pedir más! Si os dejáis caer por Madrid o vivís allí no dejéis de visitarlo porque podría convertirse en un imprescindible.
VI COOL by Sergi Arola
C/ Lagasca nº 32
Telef: 91 435 57 01
abierto todos los días
Menú tapas sin bebdida: 20€
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