domingo, 28 de agosto de 2016

Bar los fueros (Bilbao). Buen producto, buena técnica y excelente servicio

Bar los fueros (Bilbao). Buen producto, buena técnica 
y excelente servicio

Suso Méndez. Obervador y Colaborador



Los Fueros es un mítico bar del Casco Viejo bilbaíno, no en vano es el decano de la ciudad. Este bar y restaurante abrió en 1879 con el nombre de Bar Colón hasta que, en 1930, pasó a manos de la familia Arana, quienes lo renombraron con su denominación actual de "Los Fueros" haciendo referencia a la céntrica calle del Casco Viejo de Bilbao, donde está situado.

En 2015 es adquirido por Fernando Canales (que actualmente regenta también el galardonado restaurante Etxanobe y el muy conocido en el Gran Bilbao restaurante Los Tamarises, así como el Caserío Akebaso, la Cervecería Goikolanda o Gumil Hosteleros, empresa que se encarga del catering del Palacio Euskalduna de Bilbao). Después de una rehabilitación integral en la que se han respetado todas sus señas de identidad, Los Fueros reabrió sus puertas con una propuesta de cocina tradicional basada en los mejores productos y disponible a lo largo de todo el día.

Para dirigir esta nueva travesía del Restaurante Los Fueros, Fernando Canales ha confiado en Paul Ibarra, con quien lleva años trabajando en departamento de I+D del grupo Etxanobe. Paul propone platos basados en la mejor gastronomía tradicional vasca dándole un toque de mordernidad en su técnica y presentación, junto con un servicio cercano y muy profesional, siempre pendientes de las necesidades de los clientes de su casa.

La visita a Los Fueros fue sin reserva previa y en plena Semana Grande Bilbaína, con lo que las condiciones no eran las propicias para conseguir mesa y presuponía una sobrecarga de trabajo en la cocina y en la sala. Sin embargo, todos estos inconvenientes fueros superados sin problema alguno por el personal de Los Fueros.



El restaurante, sito como hemos comentado en la calle homónima del Casco Viejo de Bilbao, se divide en dos espacios con sendas cocinas separadas para poder dar servicio a ambos comedores, cada uno en un piso diferente del local.



Debido a estar en plena Semana Grande, en la planta baja se servía el Menú de Verano y el Menú Bilbao mientras que en la planta superior se servía la carta y el Menú Marijaia (figura representativa de la Aste Nagusia bilbaína), especialmente diseñado para esta temporada de fiestas en Bilbao. Elegímos el menú Marijaia, ya que figuraba algunos de los platos de los que ya me habían hablado. Así que subimos al comedor superior, donde se puede ver perfectamente cómo cocinan y emplatan.



Comenzamos el menú con unos aperitivos: Fualimotxo y Taco de bonito del norte con puré de cebolla morada de Zalla y aliño de piparra. El fualimotxo es una crema de foie con una gelatina de kalimotxo. Textura suave y una gran combinación de sabores. El taco de atún era como mantequilla, se desace en la boca. Quizás recuerde al atún mechado del Restaurante Antonio en Zahara de los Atunes, pero muy bien complementado con el puré de cebolla y la piparra.


Pasamos a un par de pinchos: Pimiento relleno de Txangurro y marisco


Mucho sabor a marisco, tanto en el relleno del pimiento como en la salsa española que le acompaña. Con respecto a la presentación: sencilla y original, si bien en el emplatado no debería haber estado la pequeña porción de relleno que se ve encima del pimiento.

Empanada de bacalao al momento


El sabor es sin duda el de una empanada de bacalao, con una cama de cebolla, zanahoria y calabacín. Sin embargo, a mi entender le falló la temperatura del bacalao (ligeramente frío) y el punto de sal. Es una preferencia estrictamente personal, pero a mí el bacalao me gusta ligeramente salado, para que destaque sobre los sabores de acompañamiento y, para mi gusto, estaba ligeramente soso. La mancha de aceite en la pizarra, si bien no molestaba para la degustación del plato, si es cierto que no debería estar ahi.

Pasamos al entrante: Arroz caldoso de txipirón ahumado


Más que un arroz caldoso era un arroz meloso, de textura agradable y sabor ahumado potente, pero sin saturar. Se notaba el aroma de los granos de basmati tostados que coronaban el plato y la combinación con el aliloli de anguila hacía un conjunto delicioso... quizás si fuera una porción grande llegaría a saturar el sabor ahumado, pero en esta cantidad es simplemente ideal.

El primero de los platos principales era una Merluza asada con verduras de agosto


El punto de la merluza asada espectacular, la textura de la merluza y su sabor de nueve sobre diez (por dejar sitio para la mejora). Los tomates cherry van en una tempura ligera.

El segundo plato principal: Dados crujientes de rabo, yema encurtida y crema de patata trufada


Una original presentación de un plato tan tradicional como el rabo, fácil de comer y con una gran combinación de sabores. El guarnición a base de patata, trufa y huevo siempre es un acierto, que en este caso tomaba forma de una salsa suave y en la que la trufa tenía el protagonismo justo. Últimamente se ven en muchos restaurante platos con trufa en los que el sabor de ésta desplaza a todos los demás. No es el caso del que estamos hablando, en este plato el sabor de la trufa acompaña y complementa al del rabo, pero no lo enmascara en absoluto.... todo un gran acierto.

Finalmente un postre tradicional pero reinterpretado: Canutillo de crema Euskadi tropical


Los canutillos de crema son un postre tradicional donde los haya en Bilbao, en este caso le han dado un toque exótico sustituyendo la nata o crema por una mousse de chocolate blanco, piña y coco que hacía de este postre un final fresco para el menú.

Todo esto fue acompañado por un Marqués de Riscal Verdejo como blanco y un Montereal Crianza de la Familia como tinto. Se completó el menú con una copa de cava Rovellats Brut Nature, agua (si alguien quiere) y café... y todo por 45 EUR + IVA

En fin, que este es un lugar que, sin duda, merece estar en todo recorrido gastronómico por la única ciudad en la que en vez de tener plano tiene mapamundi.

Clic en la imagen para ver su versión completa. 

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Paul Ibarra y Fernando Canales (foto extraída de la web de Fernando Canales: www.fernandocanales.com)

martes, 16 de agosto de 2016

Restaurante Marea. Nueva apuesta gastronómica de Iberostar

Queda claro que la iniciativa del Iberostarchef on Tour que nació hace dos años y que llevó a la conocida firma hotelera a ganar el premio Excelencias 2014 no ha sido un hecho puntual. La colaboración con chefs que juntan 16 estrellas Michelín como Fernando Pérez Arellano o Jordi Cruz entre otros ha conseguido posicionar a los restaurantes de algunos hoteles de la cadena en lo más alto del olimpo gastronómico. 

En esta ocasión en Palma de Mallorca han apostado por el Restaurante Marea del Hotel de 5 estrellas Iberostar Playa de Palma. Fruto del asesoramiento del grupo Sagardi, conocido por su arte a la hora de elaborar carnes a la brasa, ha abierto las puertas este local del que me he llevado una grata sorpresa por la elaboración de sus platos, la calidad de la materia prima y la atención recibida. Para la ocasión nos prepararon un menú degustación con platos extraídos de la carta y que forman parte de la oferta gastronómica que tienen actualmente. 

Si bien los primeros platos no entrañaban ninguna sorpresa con una ensalada de tomates y ventresca en donde la calidad de esta última destacaba por encima de todo y una variedad de croquetas correcta, el final de menú fue de diez. 


Fantástico el pulpo a la brasa con tomates confitados hojas y semillas. Muy buena textura del pulpo que combinaba perfectamente con los tomates confitados en un emplatado más que correcto. Sin duda alguna, trabajar con elementos de primera calidad es el primer paso para afianzar un sello de excelencia en un restaurante y este es un claro ejemplo. 

Cada vez más la preparación de pulpo con diversas elaboraciones está presente en las cartas de nuevos restaurantes que no siempre aciertan en la ejecución y emplatado del mismo. En este caso, sin duda un plato más que recomendable que indica el dominio de uno de los signos distintivos del restaurante, la brasa.

Apartir de este momento, llegaron los dos mejores platos del menú. Hacía tiempo que no probaba un menú en donde después de cada plato las sorpresas fueran en aumento. Muy buena la merluza de palangre con berenjena asada, sencillo pero de ejecución impecable.







































Para acabar, toda una declaración de intenciones; entrecote de vaca vieja con patata pont neuf y salsa béarnaise. Siempre digo que en todos los menú degustación hay un plato del que no te importaría cenar a plato único y en esta ocasión la carne se llevó el premio. Si bien el emplatado es mejorable debido a la simplicidad de la guarnición el punto y sabor del entrecote pueden convertir a Marea en una de las referencias gastronómicas, no solo de la Playa de Palma, si no de Palma en general.