lunes, 9 de junio de 2014

Restaurante A bombo Y platillo- La familia de Murcia

Como ya he escrito en otras ocasiones, los momentos epicure-gastronómicos son especiales porque los compartes con gente especial. Tengo la enorme suerte de tener amigos que más que amigos son ya familia, repartidos por muchos lugares del mundo. Uno de estos ejemplos es la familia de Murcia, encabezada por mi buen amigo Marcelo y todo el grupito de la Manga del Mar Menor. Todo gente de buen yantar  y mejor beber. La nota gastronómica que os traigo hoy es de mi amigo Emilio Balsalobre, toda la redacción y observaciones son suyas y de su paladar. El restaurante en cuestión se llama "A bombo Y platillo" ubicado en Alcantarilla y gestionado por su chef, Paco Pellicer. Espero que os guste.

Primer plato:
Salmorejo con mango y bacon y germen de ajo.  Un Plato riquísimo, fresco, veraniego, con un toque personal del chef, no tan líquido como el gazpacho ni tan denso como el salmorejo tradicional. El plato estuvo maridado por un cava artesanal joven, nada pretencioso, muy fresco y fácil de beber. recomendable para acompañar cualquier plato por su fina burbuja. 

Cava brut nature el Celleret, de Sant Sadourní d'Anoia. PVP del distribuidor en torno a 6€ botella, 8€ en tienda aprox.

Segundo plato
Ensalada de piña, pularda confitada y frutos secos.
Se trata de un plato se pularda cocinada con cebolla caramelizada y crema, envuelta en rodaja de piña a la plancha, sobre cama de mezclum de lechuga, frutos secos y tomate cherry. La pularda, cocinada a baja cocción estaba muy suave y tierna. Regamos el plato con  un vino blanco de rueda. Verdejo. Muy fresco, con un olor muy intenso a piña. Muy interesante. 

Vino blanco verdejo Nekora. 
No recuerdo el precio pero creo que sobre los 8€ en tienda.


Tercer plato
Merluza sobre berenjena asada y crema de gamba roja.
Un plato soberbio. La crema de gamba roja, cocinada en su totalidad y pasada por un chino (no solo las cabezas) tenía un sabor espectacular. Sobre esta crema, había una cama de trocitos de berenjena asada que ligaba bastante bien con la merluza. Nada más lejos de la realidad puesto que estaba en su punto, nada seca, textura, color y sabor de diez. Sobre ésta, unos taquitos de tomate macerados en aceite y habaneros que le daban un toque leve a picante que se hacía notar sin llegar a molestar ni restarle protagonismo a la merluza que repito, estaba increíble. El emplatado se completaba con unas virutas de flores secas comestibles. En esta ocasión, maridamos con un cava brut nature rosado; Al·legoria. Color rojo maduro muy intenso, limpio y burbuja muy fina. Este cava creo que llevaba algo de reserva, no era un cava joven. De sabor, dejaba unos toques como a moras y frutas rojas. No me convenció mucho por ser tan seco, pero el cava según el resto de comensales era bastante bueno.


Cuarto Plato
Secreto de chato murciano en tras cocciones y patatas.
Para mí, el plato estrella de la noche. Un secreto cocinado -según el chef- en tres cocciones distintas, solo recuerdo la segunda, que era al vacío durante 8 horas. La carne estaba muy tierna, sin sabor a grasa ni el olor característico del cerdo cocinado. Me dan ese plato con los ojos cerrados y nunca habría dicho que era esta carne. La base, una salsa realizada con los jugos extraídos de sus distintas cocciones. Sobre ésta, las porciones de secreto y coronando unos torreznos con un toque salado que hacían las alegrías de los que nos gustan las comidas con un punto de sal. Como guarnición, patata cocida también al vacío con unas hijas de laurel, para después ser pasada por la plancha y asada. El sabor de la patata te hacia subir al cielo cuando lo mezclabas con el secreto. Repito, para casi todos los asistentes fue el plato estrella y mira que era difícil superar la merluza anterior.
Todo esto acompañado por un vino tinto de ribera de Duero, "Quinta Milú"


Quinto plato
Plátano caramelizado a las especias con bizcocho de chocolate blanco y helado de pimienta sechuan.
Tranquilos, que aunque la palabra pimienta relacionada con un postre te tira un poco para atrás, es algo sutil que yo no logré identificar en su picor, no así en su sabor, muy bueno. El plátano estaba caramelizado junto con el bizcocho, estos dos presentados a tacos y coronados por una bola de helado. Un postre ideal para acabar una cena perfecta. Ni un pero a esta delicia fresquísima e ideal para estas fechas tan calurosas. Para maridar este último plato, un vino de la d.o moscato d'asti: Dante Rivetti. Un moscato muy rico y fresco. Fácil de beber, de los que te beberías una botella en una sentadita. Limpio y brillante con un olor a uva impresionante. Fue el maridaje perfecto para el postre.


Todo esto,fue debatido junto a unos gin tónics tras la cena. Un grupo selecto de comensales entre los que nos encontrábamos unos amigos y mi querido padre. Tuvimos una velada Epicure, como dice mi amigo Luis al que agradezco el espacio para poder compartir mi experiencia.



Nota gastronómica a cargo de Emilio Balsalobre

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