Son muchos los años que llevo disfrutando de los placeres de la gastronomía, viendo una historia detrás de un plato , una persona, un trabajo... viendo detrás de un vino una pasión, una tierra, mucho cariño y como no, viendo amigos, tertulias y esencias "epicúreas" detrás de un cigarro habano y una hora de tiempo para fumarlo. Los que me conocen saben que no desaprovecho ninguna ocasión para hacer fotos a platos de comida, a botellas de vino o cualquier otro espirituoso que despierte mis sentidos.
Durante estos últimos años he tenido la suerte de probar muchos restaurantes, pequeños locales de comidas, bares, bodegas, cavas... Muchos de ellos han sido inmortalizados en mi Facebook o en Instagram. Desde hace tiempo llevo dándole vueltas a poder concentrar todas esas experiencias y todas esas fotos con algunas críticas y opiniones al respecto en un blog.
Cuando uno se plantea hacer una web o un blog, lo primero que debe decidir es el nombre. Esto no es tarea fácil por dos motivos: buscas originalidad y sobretodo...¡Que no esté registrado! Hace unos días, tomando una sencilla ensalada de tomate "cor de bou" con unas finas lascas de bonito en un pequeño local de Palma pensé que en ocasiones, las cosas más sencillas, son las más agradecidas. Lo pensé mientras degustaba una cerveza "Moritz" bien fría. Empecé a recordar buenos momentos entorno a la mesa, veranos, navidades... Recordé el último arroz "Ca'n Gavella" con los amigos y familia y el placer de fumarme una buena "Diadema de Cuaba" en bañador en una silla clavada en la arena de las playas de Muro, degustando un sencillo gin-tonic de Seagram's. Me sentía feliz y alegre. Felicidad y alegría me sirvieron para llegar al título de este blog.
Quiero dejar bien claro que no soy seguidor de la doctrina de Epicuro. Soy fan de mi familia que representa la fuente principal de alegría y felicidad en mi vida. Este blog recoge la esencia del "Epicúreo", del saber disfrutar de los placeres de la vida que -sin que sean un fin- ayudan en muchas ocasiones a motivar los sentidos y a disfrutar de los placeres, en este caso, gastronómicos.
Me quedo pues con mi propia definición de epicureismo, que modificado a mi manera no es más que saber ver detrás de los momentos gastro-etílicos del día a día, momentos de disfrute, placer, amistad y compañía. Pasad, leed y disfrutad... ¡Bienvenidos al mundo "Epicure"!
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