miércoles, 18 de marzo de 2015

Gaudeix. Disfrutar en Palma es posible

Tras varias visitas a la Bodeguilla de la calle San Jaime (Que sigue sin fallar pese al precio excesivo de su carta de vinos), la decepción del Tirso y la conclusión de que ya no quiero más restaurantes Aromata, Ca'n Alomar o Bite  que pretenden llegar a algo y se quedan a medio camino a precios excesivos para lo que ofrecen, ha llegado una bocanada de aire fresco.


Gracias a mi buen amigo Guillermo el otro día cerré una cuenta pendiente visitanto la bodeguilla-Restaurante Gaudeix (Calle San Felio). Todavía es posible ir a comer a un restaurante en Palma en donde te sorprenden con una carta de tapas, raciones y platos fuera de lo común, originales y que además ofrecen un ambiente sencillo (Mesa montada sin grandes elocuencias ni filigranas), una decoración original y un trato familiar. Sin duda alguna, la filosofía del restaurante es sorprender al comensal con la comida y no con una engañosa decoración y disposición de la mesas que huyendo de lo convencional te acercan a lo original. No puedo poner un pero a ninguno de los platos que nos sirvieron y sí que aplaudo la originalidad de unas croquetas de calçots sobre salsa romescu que me cautivaron en extremo al igual que un sencillo pero gustoso tartar de atún que nos abrieron, y de qué manera, el apetito.


Recomendación de la casa nos sirvieron una cazuela de albóndigas de merluza con pochas. Albóndigas gustosas, nada harinosas y unas extraordinarias pochas. Un conjunto que unido a una original presentación dejaron bien claro que Gaudeix merecía la entrada de esta semana en el Epicúreo. Hace unas semanas os escribía sobre las vieras gratinadas que probé en el restaurante O'Caldiño de Madrid haciendo referencia a las bondades del restaurante pero poniendo algún pero a sus vieiras gratinadas. Pues bien la vieira a la plancha con crema de alcachofa y verduritas pudo ser de los mejores platos del día con permiso del jarrete con el que culminamos la comida. Mención especial merece el chipirón "preñao" con gamba que me pareció muy original y en donde sin duda, lo que más sorprendió fue la textura de la tinta  con un sabor y una textura logrados a base de mezclar la tinta con alioli suave; un plato exquisito. El corolario lo puso un jarrete con setas y salsa de oporto. Suavidad, ternura, un deshilachado de la carne soberbio y una salsa de oporto perfecta para acompañar un plato como este. No puedo hablar de la carta de vinos pero esta semana volveré para estudiarla un poco, pero todas las críticas que he escuchado son buenas en este sentido. Sin duda alguna, el restallante hace honor a su nombre; Gaudeix...¡Disfruta!

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