Lo prometido es deuda. La segunda entrega del último periplo madrileño me sorprendió casí más que el primero. Se trata del restaurante Oter de la calle Claudio Coello. Indico la calle porque el grupo Oter tiene 25 restaurantes por todo Madrid, así que conviene no confundirse. Una vez más la compañía hizo que un restaurante excelente se convirtiera en sublime. Muchas gracias a Suso y Alejandra por la organización de unos días extraordinarios y como no, a Javier, compañero infatigable en este tipo de aventuras. Lo bueno de visitar un local en donde la gente que te acompaña ya conoce las bondades de la carta y las especialidades de la cocina es que te evitas muchos problemas a la hora de escoger entre un auténtico elenco de mariscos, pescados de anzuelo, guisos y carnes rojas porque así es la carta del Oter. El princio del ágape fue un éxito anunciado, nos lo venían comentando por el camino Alejandra y Suso "Ya veréis la ensaladilla que preparan en el Oter..."

Así fue, la ensaladilla rusa tradicional de merluza de Burela anunciaba a gritos un post en el Epicúreo. El segundo entrante fue un pulpo de pedrero a la brasa con ali oli suave. Uno de los mejores "puntos" que he probado en un pulpo a la brasa que, dicho sea de paso, fue una combinación extraordinaria con la ensaladilla.
El corolario de los entrantes lo puso una lasaña de cangrejo real que fue uno de los platos más sorprendentes de todo el menú que degustamos. Desde luego uno de los platos que sin duda repetiré y que, dicho sea de paso, no tienen en la carta y que entra dentro de las pastas frescas del día. Ahora ya lo sabéis y si os dejáis caer por el lugar, no dudéis en pedirla.

Así fue, la ensaladilla rusa tradicional de merluza de Burela anunciaba a gritos un post en el Epicúreo. El segundo entrante fue un pulpo de pedrero a la brasa con ali oli suave. Uno de los mejores "puntos" que he probado en un pulpo a la brasa que, dicho sea de paso, fue una combinación extraordinaria con la ensaladilla.
El corolario de los entrantes lo puso una lasaña de cangrejo real que fue uno de los platos más sorprendentes de todo el menú que degustamos. Desde luego uno de los platos que sin duda repetiré y que, dicho sea de paso, no tienen en la carta y que entra dentro de las pastas frescas del día. Ahora ya lo sabéis y si os dejáis caer por el lugar, no dudéis en pedirla.

Restaurante-Bar Oter
C/Claudio Coello 71
91 431 67 70
Precio medio: 50€
http://www.oterepicure.com
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